domingo, 15 de mayo de 2016

La oración Gramatical






Ante la necesidad, como estudiantes y futuros profesionales, de encaminarnos en la elaboración de diferentes clases de escritos cuyos componentes van desde la palabra hasta el párrafo, es evidente que debemos reconocer y hacer uso del elemento sintáctico por excelencia: la oración. Respecto a la misma suelen darse diferentes enfoques y definiciones, según sea la tendencia lingüística que se asuma; sin embargo, como lo plantean Marthe de Carvajal et al,
los conceptos coinciden en los siguientes aspectos básicos: en que la oración es el conjunto de una o más palabras con sentido completo, que posee autonomía sintáctica y que para expresarla gráficamente, se utiliza una letra mayúscula al comenzar y se marca punto al finalizar. Es posible que una oración considerada aisladamente carezca de un valor significativo completo, pero estudiada dentro de un contexto adquiere un significado propio acorde con las demás oraciones que constituyen el párrafo.
En la construcción de la oración, los elementos morfológicos que la integran (sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios, etc.) deben ser seleccionados cuidadosamente; de ahí que la propiedad y corrección en el uso de estos elementos, sea parte fundamental del éxito y calidad de su trabajo. (1994, p. 36)
Siendo la oración un componente tan complejo y a la vez tan rico en posibilidades expresivas, para empezar, en este primer nivel de reconocimiento de nuestra lengua materna, vamos a tener en cuenta algunos referentes generales sobre la misma, para luego, en el segundo nivel, profundizar un poco más en el tema. Veamos:
En palabras de la misma Real Academia Española, las oraciones son unidades mínimas de predicación, es decir, segmentos que ponen en relación un sujeto con un predicado (…) este puede ser verbal, como en Los pájaros volaban bajo o no serlo, como en ¡Muy interesante el partido de ayer! o en Una vez en casa toda la familia… (Oración absoluta) (2011b, p. 17).
En el mismo sentido, con el académico Manuel Seco (1999, p. 123-130) podemos hacer un recorrido panorámico acerca de la oración y sus características principales. Para este autor, la oración es “una unidad de comunicación mínima, es la forma más pequeña de mensaje “. Para su estudio se tienen en cuenta, desde los propios componentes de la gramática, varios puntos de vista, así:
 En cuanto lo fonológico. Para la fonología (pronunciación), cada oración se encuentra delimitada por una pausa que la precede y una pausa que la sigue, lo que indica que cada una llevará su propia entonación, siendo esta una de las maneras para identificar la oración o diferenciar unas de otras.
 En cuanto al contenido. Aunque las oraciones son distintas unas de otras, existen unos parámetros comunes para la organización de sus elementos: existe un tema, consistente en un ser sobre el cual se dice algo, y una tesis, que es ese algo que se dice sobre el tema. Es decir, tema y tesis conforman los elementos básicos del contenido de una oración.
 En cuanto a la estructura. Estructuralmente la oración consta de dos elementos fundamentales: el sujeto y el predicado. Tanto el uno como el otro, a su vez, presentan una palabra clave o central sobre la cual giran las demás; esas palabras se conocen con el nombre de núcleos. En el sujeto el núcleo fundamentalmente lo constituye el sustantivo. Así, si el sujeto está conformado por una sola palabra, la misma será el sustantivo núcleo, y si lo conforman dos o más palabras habrá una que cumpla esa función. Por ejemplo, si decimos el aceite es un elemento fundamental en la cocina, el núcleo del sujeto será la palabra aceite; y si decimos el aceite de soya… la misma palabra continuará el núcleo del sujeto.
 En cuanto al predicado, en Español siempre contiene un elemento básico que indica ese algo que se dice del sujeto; es el verbo, es decir el núcleo del predicado. Así por ejemplo, en la oración Los perros de Juan ladraron toda la noche, la acción de ladrar (ladraron), referida al sujeto perros de Juan, constituye el núcleo del predicado. Lo que indica al mismo tiempo que entre el núcleo del sujeto y del predicado existe una relación directa.
 Concordancia. Se hace referencia a que todos los elementos que constituyen una oración, tanto los núcleos del sujeto y el predicado, como los demás términos que los acompañan deben adecuar su forma o tener una acomodación formal para que la expresión oracional sea armónica. Es decir, concordante y cohesionada. Este aspecto, en consecuencia, representa un ajuste entre la estructura externa (sujeto-predicado) y la estructura interna (tema-tesis), lo que equivale a que otro aspecto fundamental en la oración sea la manera como se relacionan el contenido y la estructura.
Debemos tener en cuenta que si bien existe como modelo de oración la conformación sujeto-predicado, no siempre el sujeto se expresa o se hace evidente a través de una palabra o de un grupo de palabras. Por ejemplo, en la oración tenemos sueño, el sujeto esta expresado dentro de la forma verbal por medio de la terminación –mos (que significa “nosotros”) llamada indicador de persona. Cuando se presentan casos como este se dice que en la oración su sujeto está implícito.
De otro lado, hay cierto tipo de oraciones en las que no se presentan la estructura normal sujeto-predicado, sin embargo, su sentido o significado es pleno o completo. Estas oraciones se conocen como unimebres y a pesar de su estructura formal también es posible señalar en ellas un tema y una tesis. Son ejemplos de oraciones unimembres expresiones como ¡ay!; está lloviendo, adelante. Cuando la oración unimembre tiene verbo como en la expresión está lloviendo, se llama oración impersonal. Las demás oraciones, distintas a las unimembres, se llaman bimembres, es decir, presentan sujeto y predicado.
Otra caracterización respecto a la oración es la que presenta diferentes modalidades de la misma, de acuerdo con la intención o con la manera como se expresan su forma y su contenido. Esas modalidades son las siguientes:
 Oraciones enunciativas. Son las que enuncian un contenido afirmando o negando algo por ejemplo vivimos en un país lleno de riqueza.
 Oraciones interrogativas. Son las oraciones que piden o exigen una respuesta verbal, en cuanto plantean un hecho que el hablante o emisor ignora y desea conocer. Ejemplo: ¿Cuánto cuesta ese reloj?
 Oraciones de mandato. Son las que expresan el deseo del hablante o emisor de generar en los demás una acción o actitud. Es decir, con estas oraciones también se exige una respuesta pero no verbal sino activa. Estas oraciones también se conocen como exhortativas. Ejemplo: sirvan el almuerzo.
 Oraciones de deseo. Son aquellas en las cuales también se expresa un deseo, pero sin intentar expresamente que alguien lo cumpla. Ejemplo: ¡Ojalá hoy fuera sábado! Estas oraciones, junto con las de mandato y las interrogativas, dentro de su expresión oral dependen en gran medida de la manera particular como se entonen. Las oraciones de deseo también se conocen como desiderativas.


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