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Las preposiciones y las conjunciones constituyen elementos de relación (o relacionantes) entre otros elementos lingüísticos o de la oración.
Las preposiciones. Son partículas que concretan o determinan el significado de la palabra que sigue respecto a la precedente. No tienen flexión de género ni de número.
Las preposiciones se estudian según su forma, función y significado, así:
- Respecto a la forma, se dividen en propias e impropias. Las primeras son las que tradicionalmente se han reconocido como propias del español: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, so, para, por, según, sin, sobre, tras. So y cabe se consideran anticuadas y no suelen usarse en el español actual, ni oral ni escrito; so únicamente permanece en las expresiones so pretexto y so pena de. Las preposiciones pueden establecer relación entre: un verbo y un sustantivo (Dile a María), un sustantivo con otro sustantivo (comida para animales) y un sustantivo con un adjetivo (estoy listo para el paseo). Igualmente, las preposiciones se pueden combinar con otras preposiciones dentro de un mismo enunciado, en casos como: Vamos por entre las tiendas; hasta para que comas hay que rogarte.
Las preposiciones a y de forman las contracciones (o artículos contractos) al y del cuando preceden al artículo el.
Las impropias, también conocidas como locuciones preposicionales, son expresiones que sin ser preposiciones llegan a tener la función de estas; ejemplos: vamos rumbo a casa; Estoy en compañía de mi familia; al comienzo de la entrevista estaba muy nerviosa.
- Respecto a la función, según Marín y España (2001, p. 144),las preposiciones indican subordinación, desempeñándose en función de: complemento de un nombre (Un nido de amor), complemento circunstancial en la oración (Lo estuvo mirando con expresión miedosa), objeto directo (He visitado a un amigo), objeto indirecto (Le regalaron una bicicleta a Sofía), construcciones de infinitivo (Avanzó hasta tocar pared), oración subordinada sustantiva (La idea de que regresaras me hacía feliz) y como suplemento (No me acuerdo de tu rostro).
- En cuanto a significación, las preposiciones aportan valores semánticos a la expresión. Así por ejemplo, la preposición a indica: modo o manera (Está hecho a medida), movimiento hacia un término (Vamos a Buenos Aires), o también introducir un infinitivo (Llegaron a organizar la gente); la preposición ante indica: lugar (Están parqueados ante el puente de El Común) o actuar como prefijo (antebrazo, antepenúltimo); la preposición con indica: acompañamiento (Está con sus padres), instrumento (Le pegó con un palo); la preposición en puede indicar, entre otros: tiempo o lugar (Allá estuvimos en marzo; compramos libros en Chapinero), modo o manera (No fue en broma, lo hizo en serio).
Las conjunciones. Al igual que las preposiciones son partículas invariables; sirven para juntar o unir palabras u oraciones con igual o diferente valor gramatical, lo que les asigna las siguientes características y funciones: coordinar palabras (Pedro y Juan; María e Isabel), coordinar sintagmas (El perro pequeño y el perro grande), coordinar proposiciones u oraciones (Se encontraron y discutieron durante un largo rato), subordinar una proposición a otra (Espero que me digas la verdad) y establecer relaciones de dependencia entre elementos que se vinculan (Si estás cansada, quédate en casa).
Las conjunciones, según lo plantean Marín y Ramírez (2001, p.148-152), pueden ser propias e impropias. Las propias, a la vez, se dividen así:
- Coordinantes. Son simplemente elementos conectores que se subdividen en: copulativas (y, e, ni, que), disyuntivas (o, u), adversativas (pero, sino, mas), consecutivas (luego, aunque). Veamos algunos ejemplos de su uso en las siguientes expresiones: Pienso, luego existo; Le hablé con cariño,
mas no me puso atención; Hablas ahora, o callas para siempre; El precio fue de siete u ocho millones; No vino Pedro, sino Juan; No vino a mi casa sino que decidió quedarse donde otro amigo.
- Subordinantes. Son las que integran una proposición en otra. Las más reconocidas son: Que, utilizada para subordinar una proposición a cumplir la función sustantiva o adverbial; puede ir precedida de preposiciones como sin, de, desde, para. Ejemplos: Está conmigo desde que era un niño; Mi consejo es que renuncies; No me gusta que mientas; Esperemos que sea la mejor decisión.
Por su parte, la conjunción si se usa en las expresiones condicionales y para transponer oraciones interrogativas indirectas; ejemplos: Si te vas, te olvido; Quiero saber si no me quieres como antes.
Mientras que la conjunción como se usa para transponer expresiones causales y condicionales; por ejemplo: Como nadie tenía prisa, decidimos quedarnos una hora más (causal); No me acompañará como no le ofrezca cama y comida condicional).
Las impropias, también denominadas locuciones conjuntivas, están formadas por un grupo de palabras de distinta categoría que hace las veces de conjunción; ejemplo: aun cuando, a menos que, ahora que, ya que, en vista de que, dado que, en caso de que.
gracias hija de rreputisima madreee, vivaaaaaaaaa veggetaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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